lunes, 21 de noviembre de 2011

Los distractores del tiempo

"Intrusores" del tiempo
Sugerencias para mejorar la gestión del tiempo
Cada uno de nosotros necesita unas condiciones mínimas de trabajo para lograr el máximo rendimiento del tiempo disponible. Es importante que se analicen los aspectos del entorno, que son los que impiden lograr el máximo aprovechamiento. A continuación, se plantean unas preguntas que pueden ser motivo de reflexión personal.
- ¿Cuándo se trabaja mejor?
- ¿Durante cuánto tiempo se es capaz de mantener la atención sobre lo que se está haciendo?
- ¿Dónde se trabaja mejor?
- ¿Las presiones externas impiden trabajar?
- ¿Se trabaja mejor solo o acompañado?
- ¿Se considera que se necesita más tiempo?
Como comentario inicial, sugerimos que nunca se diga que no se tiene tiempo. El tiempo disponible es igual al del resto de las personas del entorno. Tal vez el problema es que no se sabe muy bien cómo organizarlo, cómo aprovecharlo al máximo y cómo evitar que elementos ajenos impidan llevar a cabo las tareas y actividades que hay que realizar en el tiempo preciso.
El valor de la gestión del tiempo no está en controlarlo, sino en el modo cómo se utiliza para ganar en calidad y cantidad.
"Intrusores" del tiempoSubir
Algunos hechos, sucesos, acontecimientos, etc., pueden convertirse en lo que se conoce como "intrusores" del tiempo.
EstrésSubir
La desorganización precede al estrés y este lleva a la desorganización. Una buena gestión del tiempo puede prevenir el estrés que produce la vida actual.
Todo el mundo conoce la experiencia que supone la falta de tiempo, que produce una ansiedad que puede desembocar en estrés. La vida moderna obliga muchas veces a querer hacer más cosas de las que realmente se pueden. Este desequilibrio provoca el incumplimiento de los plazos establecidos, tensiones con compañeros, etc. Sin darnos cuenta, nuestra mala organización puede desembocar en un problema que aparentemente no está relacionado con la organización del tiempo, es decir, el estrés. Cada tiempo perdido es un estresante en potencia. Una buena gestión y organización del tiempo puede ser una buena prevención del estrés.
EquilibrioSubir
Unos buenos hábitos en la gestión del tiempo pueden producir un equilibrio en la asignación de tiempos para el estudio, el trabajo, el ocio, la vida familiar, el descanso, etc. Los expertos en esta materia hablan de personas alcohólicas del trabajo. Son aquellos que dedican la mayor parte de su tiempo a trabajar sin dejar margen para la vida personal y el ocio. Una cosa es ser un buen trabajador o un trabajador duro, y otra ser un alcohólico del trabajo. Hay que renunciar a esta segunda figura y tratar de ser un trabajador responsable pero que sabe disfrutar del descanso, la familia, el ocio, etc.
ProductividadSubir
En el mundo del trabajo y del estudio, el tiempo puede ser igual a productividad. Cuanto más efectiva es la administración del tiempo, más productivo será el resultado del trabajo. El término productividad se refiere a la relación entre recursos y resultados. Los economistas la expresan con una simple fórmula: La productividad es el resultado de la división entre la entrada (recursos) y la salida (resultados)
En el estudio y en muchos trabajos, es muy difícil aplicar esta fórmula pues es casi imposible transformar en números cada uno de los elementos de la fórmula. Sin embargo, de las conversaciones con estudiantes surgen numerosas quejas sobre la cantidad de tiempo que dedican a estudiar y el poco rendimiento que sacan. Esto significa que algo está fallando en el apartado entradas/recursos.
Quizá este texto contribuya a incrementar las salidas/resultados (rendimiento académico) manteniendo constantes las entradas (las mismas horas de estudio) pero mejorando los hábitos de estudio, el uso de estrategias de aprendizaje, la gestión del tiempo...
Metas y objetivosSubir
Para lograr las metas y objetivos propuestos hace falta tiempo. Nada se puede conseguir sin una cuota suficiente de tiempo. El establecimiento de metas y objetivos ayuda, sin lugar a dudas, a la gestión del tiempo.
PrioridadesSubir
Este es otro de los distractores importantes del tiempo. No saber por dónde empezar y qué es lo más importante hace perder mucho tiempo. En la vida de estudiante, frecuentemente se afrontan unas listas de tareas que hay que realizar en unos plazos determinados. ¿Cómo garantizar que todas las tareas se acabarán en el plazo previsto? Vamos a sugerir algunas ideas.
A. Hacer una lista de todo lo que se tiene que hacer y tachar lo que se ha hecho.
B. Establecer prioridades clasificando las tareas pendientes desde muy urgente a nada urgente. Por ejemplo, asignar los siguientes códigos:
1. urgente e importante: hacer inmediatamente
2. urgente pero no importante: hacer lo antes posible
3. importante pero no urgente: empezar a hacer antes de que se vuelvan urgentes
4. no importantes, no urgentes: olvidarse de ellas.
Después de establecer las prioridades, se recomienda:
- Emplear tres bandejas y una papelera. En las bandejas, depositar las tareas etiquetadas con los códigos A, B y C. Tirar a la papelera lo que esté marcado con el código D.
- Una vez que se ha identificado lo importante y lo urgente, valorar el tiempo que se necesita para completar cada tarea.
- Introducir descansos entre tarea y tarea.
- Darse una recompensa al acabar una tarea, especialmente si ha sido dura y larga.
- Repasar con cierta frecuencia la lista de tareas y revisar su grado de prioridad.
Demoras y plazosSubir
Hay que procurar cumplir en la medida de lo posible los plazos que se han establecido para la finalización de tareas.
PreocupacionesSubir
Sentirse abrumado por todo lo que hay que hacer es otro gran distractor. Lo mejor es centrarse cada vez en una sola tarea. Esto obliga a concentrarse mejor y evita las preocupaciones que otras obligaciones pueden producir.
Desorganización personalSubir
No saber lo que hay que hacer en cada momento es otro distractor crucial. La curva de trabajo y la planificación a corto, medio y largo plazo ayuda a evitar este problema.
Sugerencias para mejorar la gestión del tiempoSubir
- Decidir, de todo lo que se tiene que hacer, qué es lo más importante.
- Asegurarse de que se está dedicando tiempo a lo realmente importante.
- Revisar regularmente la lista de la cosas importantes para ver si aún siguen siendo prioritarias.
- Ser realista en las metas y los objetivos. Aceptar que todo no se puede hacer.
- Planificar tiempo suficiente para las tareas.
- Usar notas para recordar lo que se tiene que hacer.
- No robar tiempo al sueño si no es imprescindible. Luego pasaría factura.
- Concentrarse en una cosa cada vez.
- Planificar cada día. Hacer una lista realista de las tareas que hay que hacer de verdad, empezando por las importantes y urgentes.
- Prever lo que se tiene que hacer por adelantado para empezar antes de que se cumplan los plazos.
- Aprender de los errores.
- Destinar tiempo para el descanso y el ocio.

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